lunes, 10 de mayo de 2010

Consumen mexicanos casi doble de cantidad de sal

Comer en exceso ese ingrediente contribuye a la hipertensión, enfermedades cardiovasculares y obesidad

Su consumo excesivo contribuye a la hipertensión, enfermedades cardiovasculares, insuficiencia renal y obesidad.

Embutidos, carnes frías, frituras y quesos, los de mayor contenido de sal

En México, cada habitante consume más de cinco gramos diarios de sal, no obstante que la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo considera inconveniente y nocivo para la salud.

Se estima que en el caso de los hombres, el consumo diario de sal es de nueve gramos, mientras que en las mujeres es de siete, según la Encuesta Nacional de Salud realizada por Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zubirán en el 2009, dijo la licenciada Rosa Isela Gallegos Huerta, jefe de Nutrición y Dietética del Hospital General de Zona (HGZ) número 26.

La nutricionista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) señaló que el consumo excesivo de sal, aunado a factores como la edad, ingesta de grasas y falta de actividad física, incrementa el riesgo de hipertensión, enfermedades cardiovasculares, accidente encefálico, insuficiencia renal y obesidad.

Las dietas actuales, en las que por distintos motivos se recurre a los alimentos procesados de fácil preparación, o los precocidos, contienen cantidades excesivas de sal, incluyendo dietas desde la edad escolar hasta la adulta.

Entre los productos con más sal se encuentran los embutidos o carnes frías (26.2 por ciento); pan, pastas instantáneas y frituras (19 por ciento); queso (6.7 por ciento) y platillos preparados (4.9 por ciento). Por otro lado, de acuerdo con la encuesta realizada en el 2009 por la Facultad de Economía de la UNAM, en relación con el poder adquisitivo de alimentos de la canasta básica, el 50 por ciento son alimentos industrializados que contienen altos niveles de sal.

La nutricionista citó que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) considera que este consumo excesivo debe tratarse como un problema cultural; por ello, recomendó retirar los saleros de la mesa.

Hay que aprender a sentir los sabores sin esa pizca extra de sal, resaltó la licenciada Gallegos Huerta, quien sugirió sustituir la sal por hierbas aromáticas y especies; lo deseable es reducir la ingesta a sólo 2 gramos diarios, lo que equivale a la pérdida de sodio por transpiración, orina y heces.

La especialista del Seguro Social destacó la existencia de estudios que demuestran que quienes usan más sal en sus comidas o ingieren productos ricos en sodio (industrializados), consumen más cantidades de alimento, lo que está relacionado con el sobrepeso y la obesidad.

Insistió en sustituir la sal refinada por la de mesa y consumir sólo 2 gramos diarios en promedio, de preferencia, combinarla con hierbas de olor y especies que realzan el sabor. Además, se debe consumir al menos litro y medio de agua simple (no mineralizada) y realizar 30 minutos de ejercicio al día, que ayudarán a la pérdida normal de sal a través de la transpiración.
México, D.F.

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