martes, 29 de diciembre de 2009

La violencia afecta la salud mental


Por:Edmundo Olivares Alcalá

La violencia de pareja, en una relación de noviazgo o convivencia, afecta de manera severa la salud mental de las mujeres, presentan afecciones psíquicas y de comportamiento, como ansiedad, fobia y depresión, y en ocasiones llegan al suicidio.
María Carolina Agoff, del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la UNAM, abundó, las mujeres que sufren este tipo de maltrato suelen verse aquejadas por sentimientos de vergüenza y culpabilidad, que impiden buscar ayuda y hacer pública su situación.
Este problema social tiene origen en las desigualdades de poder entre los géneros y, además, conduce a ellas a desventajas sociales y económicas.
No sólo afecta al sector femenino, sino a todos los miembros del entorno familiar, en especial a los hijos y a los adultos mayores, ambos en situación de vulnerabilidad e indefensión por su condición de dependencia.
Al respecto, el relator especial de la ONU , Juan Miguel Petit, en su Informe sobre la Situación de Violencia contra la Infancia , destacó que en México esta condición está fuertemente asociada a la que ocurre contra las mujeres.
Estas conductas dentro del hogar constituyen un grave peligro para el desarrollo emocional y cognitivo de los menores; predispone a las personas desde temprana edad a recibir y tolerar violencia a lo largo de la vida y ejercerla contra otros, como un patrón internalizado de relación, socialmente no condenado.
Asimismo, apuntó, se ha constatado que con frecuencia la familia de la víctima no siempre resulta un apoyo, en particular las madres y suegras, que suelen inducir a la mujer al sometimiento del marido.
Ello se explica por valores y normas que determinan las expectativas de comportamiento femenino, y que se reproducen y transmiten en el ámbito doméstico e imponen un imperativo de sumisión que se expresa de dos modos.
En primer término, por el incumplimiento del rol de género, “es que tú no le haces caso”, y como tolerancia, por ser el maltrato parte del destino de toda mujer; está referido a cuando las madres dicen a sus hijas, “es tu cruz” o, “todas hemos pasado por lo mismo”, puntualizó la psicóloga.
Además, agregó, cuando son violentadas por la pareja, suelen distanciarse paulatinamente de su entorno, con frecuencia obligadas por el esposo, que en un afán por controlarlas, las alejan de sus relaciones.
“En estudios hemos encontrado que las redes sociales que desnaturalizan la violencia pueden constituir un apoyo. Se trata de relaciones de amistad o vecinales que ayudan a abrir los ojos, como ellas mismas expresan”, destacó.

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