Por: Edmundo Olivares Alcalá
El fecalismo no es sólo un problema de contaminación exterior, también sucede y de manera importante en ambientes pequeños como hogares o lugares de trabajo, y el manejo del material en las casas pone en peligro la salud de quienes están en contacto directo con las heces fecales.
Lo anterior fue señalado por la jefa del Departamento de Aerobiología del Centro de Ciencias de la Atmósfera , Irma Rosas Pérez, y dijo que cuando se habla de contaminación en interiores, abundó, en gran medida se refiere al riesgo voluntario, es decir, lo que sucede intramuros está supeditado, en su mayoría, a la toma de decisiones personales y el cambio al respecto, está en uno mismo.
En entrevista, dijo que una de las razones por las que ya es posible depositar el papel en el sanitario es que los fabricantes desarrollaron un papel suave, apto para procesarse en el inodoro.
Para Rosas Pérez, la contaminación en interiores es uno de los mayores riesgos que de manera voluntaria, adquiere el ser humano y que, de igual manera, se puede evitar.
“La costumbre de depositar el papel sucio con heces fecales en un bote dentro del baño, guardarlo en bolsas y entregarlo a los señores que recogen la basura, es fecalismo.
Esta práctica se promovió en la época en que había fosas sépticas en México, sin embargo, en las últimas décadas, a partir de la construcción del sistema de drenaje, cambió la forma de procesar el papel higiénico sucio”, subrayó.
Es una situación que la población mexicana no sabe y piensa que al hacerlo afecta el sistema del drenaje. En realidad, advirtió, el verdadero daño es mantenerlo en botes.
Las bacterias de la familia Escherichia coli se desarrollan en materia fecal y pueden ocasionar una infección si se ingirieren a través del agua o los alimentos.
Esos microorganismos también liberan endotoxinas, moléculas que se adhieren a las partículas suspendidas en el aire que al ser inhaladas generan irritación nasal y otros males respiratorios. Incluso se piensa que son posibles causantes de asma y conjuntivitis en niños, indicó.
Así, la falta de control y tratamiento de material fecal es uno de los mayores rezagos de México. Los cuerpos de agua para riego y consumo humano también presentan restos de excremento humano y de animales..
Finalmente, señaló que la Ley de Cultura Cívica del Distrito Federal considera como infracciones contra el entorno urbano de la ciudad, que los habitantes se abstengan de recoger, de vías o lugares públicos, las heces fecales de un animal de su propiedad o bajo su custodia. El castigo es una multa de 11 a 20 días de salario o arresto de 13 a 24 horas.
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