viernes, 16 de abril de 2010

Problemas de obesidad inician en casa


Precisan que se da cuando la madre compra alimentos inadecuados, mientras el padre ve la televisión
El gobierno tiene la obligación de instrumentar las políticas necesarias para evitar este problema de salud pública, señalan

El especialista de la UNAM, Rafael Álvarez Cordero, precisó que en el diagnóstico sobre obesidad se tiene que reconocer que el problema empieza en casa, cuando la madre compra alimentos inadecuados, mientras el padre ve la televisión.

A su vez, el gobierno tiene la obligación de instrumentar las políticas necesarias para evitar este problema de salud pública que afecta a siete de cada 10 mexicanos, estableció.

En entrevista con Notimex, el profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dijo que además de la creación de una ley federal para combatir esta epidemia se requiere de fomentar la educación de la salud como materia escolar.

“El gobierno tiene la obligación de crear las políticas necesarias para que se evite la obesidad y se haga una vida sana, y se tiene que hacer el diagnóstico de dónde comienza la obesidad, y ésta empieza en casa”, subrayó.

Recalcó que “la obesidad comienza cuando la mamá compra alimentos inadecuados, cocina con mucha grasa, le pone dulce a todo y acostumbra a los niños a que consuman grandes raciones de comida, y permite consumir chatarra dentro de la casa”.

Sin embargo, añadió que la responsabilidad no sólo es de la madre sino también de los padres que "están sentados viendo la televisión tomando cervezas y papas, porque ahí comienza la obesidad, y en la escuela que se considera en México y en el mundo como una de la zonas donde se genera más obesidad”.

El titular del diplomado de postgrado: “Manejo integral de sobrepeso,

obesidad y síndrome metabólico”, que se imparte cada año en la facultad de Medicina, comentó que en la escuela se compran alimentos no nutritivos o los niños intercambian su “lunch”, pero al que lleva frutas y verduras lo ven raro, se burlan de él.

Es visto raro porque no come tortas y papas, y eso se debe a que no hay una cultura de salud, por ello se debería de empezar por incluir en las escuelas la materia de Salud, la cual no existe y que es igual de importante que las matemáticas, el español y la geografía.

En este punto, refirió que la Secretaría de Salud (SSA) debería dedicarse al diagnóstico temprano de los problemas de sobrepeso y obesidad para corregirlo.

Subrayó que para lograr lo anterior se necesita influir en el infante y en el adolescente obeso, así como en los padres con recomendaciones y orientación para cambiar a estilos de vida más sanos.

No existe la dieta ideal, pero sí opciones para mejorar los hábitos y balancear el consumo de comida como es el plato del buen comer, guía que indica las cantidades adecuadas de carbohidratos, lácteos, proteínas, leguminosas, frutas y verduras, e incluso grasas de buena calidad y no saturadas, resaltó.

Álvarez Cordero recomendó que desde el punto de vista práctico lo que tiene que hacer la mamá es aprender a comprar y enseñar a sus hijos a que adquieran y coman proteína, es decir, que consuman leche, carne y queso, y grasas como aguacate o nueces y no saturadas como las que contienen las frituras.

Reiteró que se debe inculcar el consumo de alimentos más nutritivos y de mejor calidad, pero no como castigo sino como un hábito, igual que practicar ejercicio, pero no se debe hacer sólo los fines de semana.

El médico dijo que otro grave problema en el país es que se sirven porciones muy grandes, por ejemplo, la cantidad de calorías que tenían las raciones en los años 70 u 80 eran casi la mitad de lo que ahora se sirve en las casas y restaurantes.

Por ello, indicó: “Tenemos que aprender a modificar esa cultura de la superabundancia que es la que causa, entre otras cosas, la obesidad. Nada de dieta, lo que aconsejaría es que las mamás sirvan la mitad o que se coman la mitad, o repartir el plato entre dos, sin recurrir a dieta porque lo peor es poner a dieta a los hijos”.

El titular del Consejo para la Prevención y Atención Adecuada a la Obesidad y Trastornos Alimentarios del Distrito Federal, recordó que en 2008 la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) aprobó una ley para combatir la obesidad.

En este sentido, consideró que cualquier ley o reglamento que mejore las posibilidades de que un niño evite la obesidad es bienvenida, pero no se trata sólo de imponer sino que las acciones se vean como parte de la vida cotidiana.

Apuntó que la deficiencia está en las escuelas, ya que no existe la materia de Salud, además de que deberían disponer de bebederos para que los infantes no consuman bebidas azucaradas, que no haya facilidad para que compren comida chatarra en el recreo y hacer ejercicio.

El especialista resaltó que las modificaciones aprobadas por la Cámara de Diputados a la Ley General de Salud para combatir la obesidad y que ahora analizará el Senado de la República, son bienvenidas, pero tendrían que contemplar lo expuesto con anterioridad.

Finalmente, recordó que el Distrito Federal dio un paso adelante en el combate de la obesidad, pues desde hace dos años aprobó una legislación que recomienda a las autoridades se dediquen a ese problema de manera integral como es la prevención, atención de las deficiencia que hay, así como diagnóstico y tratamiento adecuado.

Informó que dentro del consejo que dirige tratan de involucrar a todos los actores de la sociedad, de los distintos sectores públicos y privados, y organizaciones de la sociedad civil.

“El objetivo es que se haga un movimiento nacional que empiece en el Distrito Federal, para que poco a poco se detenga la obesidad y que eduquemos en salud a nuestros niños”, concluyó.

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