Preocuparse todo el tiempo: alternativas de tratamiento para el trastorno de ansiedad generalizada
Por: Francisco Medina
Preocuparse un poco es normal, pero la gente que se preocupa a diario, incluso cuanto todo está bien, podría padecer un trastorno de ansiedad generalizada (TAG).
El trastorno de ansiedad generalizada es sentir una preocupación excesiva que dura al menos seis meses y perturba las actividades cotidianas, explica la edición de marzo de Mayo Clinic Women’s HealthSource. Este trastorno que normalmente empieza en la mediana edad pero es más común entre gente mayor, afecta aproximadamente a entre 4 y 7 por ciento de gente de 65 años o más, codo a codo con la depresión y otros trastornos de ansiedad, como las fobias.
Se cree que en la gente que sufre de trastorno de ansiedad generalizada, los niveles de las sustancias químicas cerebrales no son normales y eso altera la manera en que responden a situaciones inciertas o tensionantes. Esa hiperactividad en los circuitos cerebrales del miedo puede ocasionar que una persona vea muchas situaciones, incluso inocuas, como una amenaza.
Entre otros síntomas y señales del trastorno de ansiedad generalizada están la irritabilidad, incapacidad de relajarse, dificultad para concentrarse, dolores musculares y de cabeza, problemas para conciliar el sueño o permanecer dormido, molestias gastrointestinales o diarrea, temblores y contracciones musculares, sudoración, mareo y falta de aire.
Existen varias alternativas de tratamiento para este trastorno, aunque encontrar alivio puede llevar algún tiempo. Entre las alternativas de tratamiento están las siguientes:
Terapia cognitiva conductual: este tipo de psicoterapia se concentra en identificar y cambiar los patrones de pensamiento que refuerzan la ansiedad o la reacción a situaciones estresantes. El tratamiento a corto plazo normalmente dura alrededor de 12 semanas.
Medicamentos: existen varias categorías de medicamentos capaces de tratar eficazmente la ansiedad. No obstante, algunos medicamentos podrían no alcanzar eficacia completa sino hasta después de uno o dos meses. Por lo general, los medicamentos se emplean conjuntamente con la terapia cognitiva conductual. Los antidepresivos que se consideran para el tratamiento del trastorno de ansiedad generalizada son la venlafaxina (Effexor), duloxetina (Cymbalta), paroxetina (Paxil), citalopram (Celexa) y escitalopram (Lexapro). El antiansiolítico buspirona (BuSpar) puede ser eficaz para tratar el trastorno de ansiedad generalizada y se puede tomar junto con los antidepresivos.
Igualmente, se le podría recetar al paciente durante un período corto otros medicamentos llamados benzodiazepinas, entre las cuales están el clonazepam (Klonopin), lorazepam (Ativan) y alprazolam (Xanax).
Auto-cuidado: el ejercicio provoca cambios químicos en el organismo que pueden calmarlo y combatir la ansiedad. Los medicamentos, el yoga, la música y los masajes promueven la relajación y pueden aliviar la ansiedad. Además, es también útil alimentarse sanamente, con comidas regulares y refrigerios que favorezcan la energía, igual que evitar la cafeína y la nicotina.
Por: Francisco Medina
Preocuparse un poco es normal, pero la gente que se preocupa a diario, incluso cuanto todo está bien, podría padecer un trastorno de ansiedad generalizada (TAG).
El trastorno de ansiedad generalizada es sentir una preocupación excesiva que dura al menos seis meses y perturba las actividades cotidianas, explica la edición de marzo de Mayo Clinic Women’s HealthSource. Este trastorno que normalmente empieza en la mediana edad pero es más común entre gente mayor, afecta aproximadamente a entre 4 y 7 por ciento de gente de 65 años o más, codo a codo con la depresión y otros trastornos de ansiedad, como las fobias.
Se cree que en la gente que sufre de trastorno de ansiedad generalizada, los niveles de las sustancias químicas cerebrales no son normales y eso altera la manera en que responden a situaciones inciertas o tensionantes. Esa hiperactividad en los circuitos cerebrales del miedo puede ocasionar que una persona vea muchas situaciones, incluso inocuas, como una amenaza.
Entre otros síntomas y señales del trastorno de ansiedad generalizada están la irritabilidad, incapacidad de relajarse, dificultad para concentrarse, dolores musculares y de cabeza, problemas para conciliar el sueño o permanecer dormido, molestias gastrointestinales o diarrea, temblores y contracciones musculares, sudoración, mareo y falta de aire.
Existen varias alternativas de tratamiento para este trastorno, aunque encontrar alivio puede llevar algún tiempo. Entre las alternativas de tratamiento están las siguientes:
Terapia cognitiva conductual: este tipo de psicoterapia se concentra en identificar y cambiar los patrones de pensamiento que refuerzan la ansiedad o la reacción a situaciones estresantes. El tratamiento a corto plazo normalmente dura alrededor de 12 semanas.
Medicamentos: existen varias categorías de medicamentos capaces de tratar eficazmente la ansiedad. No obstante, algunos medicamentos podrían no alcanzar eficacia completa sino hasta después de uno o dos meses. Por lo general, los medicamentos se emplean conjuntamente con la terapia cognitiva conductual. Los antidepresivos que se consideran para el tratamiento del trastorno de ansiedad generalizada son la venlafaxina (Effexor), duloxetina (Cymbalta), paroxetina (Paxil), citalopram (Celexa) y escitalopram (Lexapro). El antiansiolítico buspirona (BuSpar) puede ser eficaz para tratar el trastorno de ansiedad generalizada y se puede tomar junto con los antidepresivos.
Igualmente, se le podría recetar al paciente durante un período corto otros medicamentos llamados benzodiazepinas, entre las cuales están el clonazepam (Klonopin), lorazepam (Ativan) y alprazolam (Xanax).
Auto-cuidado: el ejercicio provoca cambios químicos en el organismo que pueden calmarlo y combatir la ansiedad. Los medicamentos, el yoga, la música y los masajes promueven la relajación y pueden aliviar la ansiedad. Además, es también útil alimentarse sanamente, con comidas regulares y refrigerios que favorezcan la energía, igual que evitar la cafeína y la nicotina.
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