Más que de un problema de mala alimentación, que inicia desde la lactancia al sustituir la leche materna por fórmulas artificiales, se agrava la situación cuando al tratar de “controlar” a los menores sólo se les da de comer y eso crea un hábito erróneo y durante el resto del desarrollo para los padres es más fácil proporcionar comida rápida que alimentos nutritivos.
La Laguna ocupa el primer lugar a nivel nacional de obesidad infantil, reveló el director del Departamento de Enseñanza e Investigación Médica del Hospital Infantil Universitario (HIU) de Torreón, Domingo García Alcantar.
Sostuvo que no se trata más que de un problema de mala alimentación, que inicia desde la lactancia al sustituir la leche materna por fórmulas artificiales, se agrava la situación cuando al tratar de “controlar” a los menores sólo se les da de comer y eso crea un hábito erróneo y durante el resto del desarrollo para los padres es más fácil proporcionar comida rápida que alimentos nutritivos.
Informó que anteriormente la desnutrición era la principal dificultad en el mencionado sector social de la región, pero actualmente es todo lo contrario.
“Ese estilo de vida no es apropiado, hay que educar a la familia empezando con la mamá que es la que se encarga de surtir la despensa, luego hay que seguir con el niño en el campo de las escuelas que es muy importante porque en lugar de prepararles el desayuno se opta por darles dinero y para ellos es más atractivo comprar comida que no nutre”, dijo.
El entrevistado acotó que en México por cada peso que se invierte para mejorar la calidad en la alimentación, se destinan de mil a mil 200 en campañas publicitarias que opacan las buenas intenciones de mejorar la salud social.
En ese sentido, calificó como una fuerte desventaja el combate a la obesidad infantil, ya que el Gobierno no aporta los elementos suficientes, pero sí permite la masificación de la “comida chatarra”.
“Otro de los factores es la influencia que tenemos de los americanos, hay muchas cadenas de restaurantes que definitivamente ofrecen dietas hipercalóricas
e influyen bastante en la población”, expuso.
Precisó que de acuerdo con un estudio realizado por el HIU, de cada 10 niños, tres padecen “grave” obesidad infantil, dos presentan avanzados indicios, mientras que los cinco restantes son altamente propensos a registrar dicha situación.
“El niño obeso es metabólicamente disfuncional, tiene 30 por ciento más probabilidades de tener diabetes e hipertensión, sufre de insuficiencia renal y algo que llamamos nosotros síndrome metabólico donde ya se cambia todo el mecanismo físico del infante, produciendo trastornos a nivel pancreático y cardiaco y pueden llegar incluso al estado de shock”.
Cada año el índice en el país de obesidad infantil se incrementa tres por ciento, concluyó García Alcantar.
Torreón, Coah.
La Laguna ocupa el primer lugar a nivel nacional de obesidad infantil, reveló el director del Departamento de Enseñanza e Investigación Médica del Hospital Infantil Universitario (HIU) de Torreón, Domingo García Alcantar.
Sostuvo que no se trata más que de un problema de mala alimentación, que inicia desde la lactancia al sustituir la leche materna por fórmulas artificiales, se agrava la situación cuando al tratar de “controlar” a los menores sólo se les da de comer y eso crea un hábito erróneo y durante el resto del desarrollo para los padres es más fácil proporcionar comida rápida que alimentos nutritivos.
Informó que anteriormente la desnutrición era la principal dificultad en el mencionado sector social de la región, pero actualmente es todo lo contrario.
“Ese estilo de vida no es apropiado, hay que educar a la familia empezando con la mamá que es la que se encarga de surtir la despensa, luego hay que seguir con el niño en el campo de las escuelas que es muy importante porque en lugar de prepararles el desayuno se opta por darles dinero y para ellos es más atractivo comprar comida que no nutre”, dijo.
El entrevistado acotó que en México por cada peso que se invierte para mejorar la calidad en la alimentación, se destinan de mil a mil 200 en campañas publicitarias que opacan las buenas intenciones de mejorar la salud social.
En ese sentido, calificó como una fuerte desventaja el combate a la obesidad infantil, ya que el Gobierno no aporta los elementos suficientes, pero sí permite la masificación de la “comida chatarra”.
“Otro de los factores es la influencia que tenemos de los americanos, hay muchas cadenas de restaurantes que definitivamente ofrecen dietas hipercalóricas
e influyen bastante en la población”, expuso.
Precisó que de acuerdo con un estudio realizado por el HIU, de cada 10 niños, tres padecen “grave” obesidad infantil, dos presentan avanzados indicios, mientras que los cinco restantes son altamente propensos a registrar dicha situación.
“El niño obeso es metabólicamente disfuncional, tiene 30 por ciento más probabilidades de tener diabetes e hipertensión, sufre de insuficiencia renal y algo que llamamos nosotros síndrome metabólico donde ya se cambia todo el mecanismo físico del infante, produciendo trastornos a nivel pancreático y cardiaco y pueden llegar incluso al estado de shock”.
Cada año el índice en el país de obesidad infantil se incrementa tres por ciento, concluyó García Alcantar.
Torreón, Coah.
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