viernes, 25 de junio de 2010

Científicos de Mayo Clinic descubren lesión crónica en riñones de adultos sanos

Por: Francisco Medina

Los científicos de Mayo Clinic descubrieron que los riñones de adultos sanos muestran señales de lesión crónica leve que aumenta con la edad. El daño se presenta pese a que estas personas no muestren señales clínicas de enfermedad renal. El informe sobre los resultados aparece en la edición actual de Anales de Medicina Interna.

“Esto fue una sorpresa”, comenta el Dr. Andrew Rule, nefrólogo y epidemiólogo de Mayo Clinic que dirigió el estudio. “Los riñones de estos pacientes funcionan normalmente y este daño no aparece en los exámenes habituales realizados para evaluar la salud renal. Por lo tanto, es necesario crear nuevos análisis para detectar con mayor precisión lesiones leves en los riñones”.

El estudio de corte transversal utilizó los expedientes médicos de mil 203 personas que donaron riñones en Mayo Clinic entre 1999 y 2009. Una vez realizados los trasplantes y como parte de la atención médica habitual, se prosiguió con el examen de los riñones donados mediante biopsia por aguja para recoger datos basales sobre el nuevo riñón.

Los científicos buscaban cuatro señales de nefroesclerosis o lesión renal crónica: glumeroloesclerosis (cicatrización en las unidades de filtración de los riñones), atrofia tubular (pérdida de los conductos que procesan la orina), fibrosis intersticial (cicatrización general del tejido renal) y arterioesclerosis (estrechamiento de vasos sanguíneos diminutos).

Los científicos descubrieron que el porcentaje de donantes con nefroesclerosis oscilaba fr 2.7 por ciento en hombres y mujeres de 18 a 29 años de edad a 73 por ciento en los de 70 a 77 años. El daño mayor entre las personas de más edad no logró explicarse ni por las diferencias en la función renal ni por factores de riesgo para enfermedad renal.

“Pese a la presencia de señales de daño, los riñones funcionaban dentro de parámetros normales”, acota el Dr. Rule. “Esto no significa que por estos resultados la gente mayor no pueda donar riñones, pues dentro de lo que se conoce hasta el momento, esta lesión leve del riñón es una consecuencia inevitable del envejecimiento. Lo que se necesita, en cambio, es un punto de corte para la función renal que identifique antes la enfermedad del riñón. Actualmente, los médicos utilizan el mismo punto de corte para una persona de 20 años que para otra de 70, sin tomar en cuenta el deterioro normal de la función renal propia de la edad. Con el envejecimiento, la demanda de la función renal podría ser menor, puesto que la biopsia no refleja daños en el riñón con los cambios en la función renal”.

El Dr. Rule actualmente colabora con un equipo internacional para desarrollar un nuevo examen para nefroesclerosis. Explica que una persona puede disminuir el daño a sus riñones si evita o trata la diabetes y controla la presión sanguínea. “Incluso con exámenes de la función renal normales, la gente que padece hipertensión tiene unos riñones que parecen ocho años mayores en la biopsia, comparado con los de personas que no sufren de presión sanguínea alta”, añade el Dr. Rule.

El estudio se financió gracias a los Institutos Nacionales de Salud y al Servicio de Salud Pública de Estados Unidos. Otros miembros del equipo de investigación de Mayo Clinic fueron los doctores Hatem Amer, Lynn Cornell, Sandra Taler, Fernando Cosio, Walter Kremers, Stephen Textor y Mark Stegall.

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