jueves, 8 de julio de 2010

Evalúan a pacientes con esclerosis múltiple

Esta enfermedad degenerativa, incurable, progresiva y desmielinizante afecta a tres mujeres por cada hombre

Se sabe que alrededor de 80 mil mexicanos padecen esclerosis múltiple (EM), enfermedad incurable, progresiva y degenerativa que no mata pero incapacita. “Desde el punto de vista demográfico, las mujeres llevan las de perder, porque la EM afecta a 3 por cada hombre”, asegura la maestra Erika Gutiérrez Martínez, académica de la Facultad de Psicología de la UNAM y responsable de una evaluación neuropsicológica en pacientes con dicho padecimiento.


La EM es una enfermedad degenerativa desmielinizante del sistema nervioso central (SNC), con efectos discapacitantes progresivos (a nivel sensorial, motriz y cognitivo) que alteran la calidad de vida de la persona; aparece entre los 15 y los 50 años de edad, aunque hay pacientes de siete años de edad, si bien estos casos son raros.


Células T y mielina

“La esclerosis múltiple ocurre cuando las células T del sistema inmune atacan de manera súbita la mielina (sustancia compuesta por lípidos y proteínas) que cubre y protege las fibras nerviosas del SNC. Esto hace que la transmisión de información entre neuronas se interrumpa, se atrase o sea deficiente”, explica la académica universitaria.

Así, las órdenes en el cerebro no se ejecutan porque las señales no viajan a través de las neuronas afectadas durante la desmielinización. Además, hay una progresiva destrucción de sustancia blanca y aparecen múltiples placas de tejido necrótico. Conforme pasa el tiempo, las neuronas mueren y queda una esclera que puede ser nanométrica o de medio o un cuarto del cerebro.


Síntomas

“Es complicado diagnosticar a tiempo la esclerosis múltiple, ya que las manifestaciones clínicas (que dependen del área afectada por la desmielinización: encéfalo, tallo encefálico o medula espinal) no son iguales en todos los escleróticos. De ahí lo de múltiple: la sintomatología es diferente en cada paciente”, señala Gutiérrez Martínez.

En 40 por ciento de los enfermos, el inicio de la esclerosis múltiple es mono-sintomático con vértigo, entumecimiento facial, parálisis extraocular, neuritis retrobulbar...


“Sin aviso previo, un día cualquiera, la EM se manifiesta: aparece un brote que puede ser un evento de incontinencia urinaria o se cae uno porque no puede mover una pierna o pierde la visión porque en alguna parte del cerebro se interrumpe la comunicación entre las neuronas”, ejemplifica la académica.


Atención y memoria

Poco se sabe sobre el impacto de la esclerosis múltiple en el estado cognitivo y emocional. De ahí que, para tener datos sobre el curso de esta enfermedad, Gutiérrez Martínez, Alfredo Flores C. (neurólogo especialista en EM y profesor de la Facultad de Medicina) y Gustavo Bachá (también de la Facultad de Psicología) hayan hecho una evaluación neuropsicológica en pacientes con EM recurrente recesiva y con EM progresiva, todos residentes de la ciudad de México.

Al aplicar la prueba Neuropsi (desarrollada por la doctora Feggy Ostrosky), para saber el grado de afectación de los procesos de atención y memoria en pacientes mexicanos con EM, se encontró que 60 por ciento presentaba deterioro en la velocidad del procesamiento de información, en la memoria y en la atención.


En los pacientes con EM recurrente recesiva se observó deterioro en el área de atención sostenida, la cual permite concentrarse en una tarea por un determinado tiempo.


En los pacientes con EM progresiva se observó que había, además, más áreas afectadas, como la de atención selectiva y la de control atencional.


En cuanto a la memoria, se encontraron deteriorados los procesos de codificación y evocación.


En pacientes con esclerosis múltiple recurrente recesiva hubo deterioro en evocación de la figura del Rey-Osterreith (evalúa el proceso de copia y reproducción de la memoria).


En pacientes con EM progresiva hubo, además, deterioro en evocación y codificación de la memoria histórica, de la memoria verbal espontánea y de la memoria verbal por claves, entre otras.


Asimismo, se observó lentitud o alentamiento en el procesamiento de información en el grupo de pacientes con EM secundariamente progresiva.


Cabe apuntar que cuando una persona se entera de que padece un mal incurable como la EM que le causará una pérdida o un deterioro progresivo de las funciones vitales, su calidad de vida se deteriora también y ella entra en un estado de ansiedad y depresión.


Plasticidad cerebral

Para rehabilitar y poner a trabajar la memoria se debe aprovechar la llamada plasticidad cerebral.


“Al ejercitar el cerebro, las zonas aledañas a la lesión cerebral pueden llegar a ser capaces de absorber las funciones perdidas. Al ejercitar el cerebro es posible recuperar en cierto porcentaje algunas funciones cognitivas afectadas”, indica Gutiérrez Martínez.


En efecto, se ha observado que los pacientes que siguen realizando diariamente sus actividades normales están menos afectados en sus funciones cognitivas que aquellos que se van autolimitando por las limitaciones que les impone la esclerosis múltiple.


Por eso, Gutiérrez Martínez sugiere que se creen terapias conductuales alternativas para ejercitar y practicar las funciones cognitivas que comúnmente se ven afectadas por la EM, así como terapias psicológicas y grupos de apoyo para ayudar a los pacientes y sus familiares a sobrellevar el padecimiento de la mano de neurólogos que vayan registrando los avances de los primeros.


Enfermedad de ricos

Aunque la EM no está considerada un problema de salud pública, quienes tienen la desventura de padecerla merecen una mejor calidad de vida.

“Sin embargo, los recursos del sector Salud destinados a su atención son mínimos. Para controlar su enfermedad sólo se les proporciona interferón u otro medicamento que no tiene la misma efectividad. Hay que recordar que el interferón es muy agresivo, por lo cual no todos los pacientes lo aguantan”, acota Erika Gutiérrez Martínez.


Con rehabilitación, aprovechando la plasticidad cerebral, se puede fortalecer la memoria, como ya se dijo. Y con fisioterapia, los pacientes con esclerosis múltiple benigna y remitente-recurrente (después de 10 años se podría volver progresiva) pueden recuperar también cierta movilidad.


“Pero para eso tampoco hay recursos... Por otro lado, hay muchas asociaciones y grupos de apoyo, pero para disfrutar de sus bondades hay que pagar. Con razón se dice que la esclerosis múltiple es una enfermedad de ricos”, finaliza la académica universitaria.

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