Un grupo de investigadores alemanes introdujo diminutos andamios plásticos con células madre, modificadas por ingeniería genética
Un grupo de investigadores alemanes introdujo diminutos andamios plásticos con células madre, modificadas por ingeniería genética, que redujeron los daños en el corazón de ratas que habían sufrido ataques cardiacos.
El equipo encabezado por Matthias Siepe, del Departamento de Cirugía Cardiovascular en el Centro Médico Universitario de Friburgo, Alemania, presentó sus conclusiones en las Sesiones Científicas 2010 de la Asociación Cardiaca Estadounidense en California.
Los investigadores alemanes diseñaron su estudio para determinar el papel que puedan desempeñar después de un ataque cardiaco las proteínas denominadas citocinas que regulan la función de las células que la producen.
Los investigadores seleccionaron cinco grupos de 10 ratas cada uno y les implantaron minúsculos andamios de poliuretano sembrados con células madre sobre las que se aplicaron diferentes modificaciones genéticas.
Tres de los grupos de roedores recibieron células que producían en exceso una de tres citocinas; un grupo recibió un gen asociado con varias sendas de citocinas, y el quinto grupo recibió los andamios sembrados con células madre no modificadas, explicó Siepe.
A otros cinco grupos de ratas se les inyectaron los mismos tipos de células madre modificadas y no modificadas pero sin los andamios plásticos.
Otro grupo de 10 ratones de razas diferentes sirvió como destacamento de control. A estos roedores se les hizo un procedimiento falso que, según explicó Siepe, consiste en uno similar al real pero que omite un elemento terapéutico clave en la investigación.
Durante las seis semanas de observación después de los procedimientos, los investigadores constataron mejorías significativas en la presión sanguínea de las ratas a las que se les habían implantado andamios sembrados con células madre modificadas para la producción de ciertas citocinas.
Pero en el grupo de control, el de las ratas que tuvieron procedimientos falsos, disminuyó la función de la presión sanguínea, mientras que la dinámica de la sangre se mantuvo sin cambios en las ratas que recibieron andamios con células madre no modificadas.
Un grupo de investigadores alemanes introdujo diminutos andamios plásticos con células madre, modificadas por ingeniería genética, que redujeron los daños en el corazón de ratas que habían sufrido ataques cardiacos.
El equipo encabezado por Matthias Siepe, del Departamento de Cirugía Cardiovascular en el Centro Médico Universitario de Friburgo, Alemania, presentó sus conclusiones en las Sesiones Científicas 2010 de la Asociación Cardiaca Estadounidense en California.
Los investigadores alemanes diseñaron su estudio para determinar el papel que puedan desempeñar después de un ataque cardiaco las proteínas denominadas citocinas que regulan la función de las células que la producen.
Los investigadores seleccionaron cinco grupos de 10 ratas cada uno y les implantaron minúsculos andamios de poliuretano sembrados con células madre sobre las que se aplicaron diferentes modificaciones genéticas.
Tres de los grupos de roedores recibieron células que producían en exceso una de tres citocinas; un grupo recibió un gen asociado con varias sendas de citocinas, y el quinto grupo recibió los andamios sembrados con células madre no modificadas, explicó Siepe.
A otros cinco grupos de ratas se les inyectaron los mismos tipos de células madre modificadas y no modificadas pero sin los andamios plásticos.
Otro grupo de 10 ratones de razas diferentes sirvió como destacamento de control. A estos roedores se les hizo un procedimiento falso que, según explicó Siepe, consiste en uno similar al real pero que omite un elemento terapéutico clave en la investigación.
Durante las seis semanas de observación después de los procedimientos, los investigadores constataron mejorías significativas en la presión sanguínea de las ratas a las que se les habían implantado andamios sembrados con células madre modificadas para la producción de ciertas citocinas.
Pero en el grupo de control, el de las ratas que tuvieron procedimientos falsos, disminuyó la función de la presión sanguínea, mientras que la dinámica de la sangre se mantuvo sin cambios en las ratas que recibieron andamios con células madre no modificadas.
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