Toluca, México .- La sardina es un alimento recomendado en comunidades alejadas, donde ha logrado mejorar los niveles de nutrición, por lo que el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia del Estado de México (DIFEM), en coordinación con los DIF municipales promueve su consumo, a fin de responder a uno de los compromisos de la presente administración que es incrementar el nivel nutricional de las familias mexiquenses.
Para la directora general del DIFEM, Laura Barrera Fortoul, el consumo de alimentos pesqueros de bajo costo y elevado contenido nutricional es una alternativa viable para mejorar la dieta familiar y niveles de salud; por ello, a través de la Dirección de Alimentación y Nutrición Familiar del organismo asistencial, se brinda la orientación que permita mayores herramientas para su propio bienestar.
En este sentido, Roberto Ambrocio Hernández, subdirector de Apoyo y Orientación Nutricional Comunitaria del DIFEM, explicó que la sardina es un pez de vientre azul plateado, que alcanza de 15 a 28 centímetros de longitud, constituyendo uno de los alimentos más nutritivos. Aseguró que enlatado, este producto conserva sus propiedades, su alto contenido de proteínas y minerales (calcio, fósforo y hierro), así como vitaminas (A, niacina, B1 y B2)
Si la presentación es congelada para su preparación se recomienda descongelar la sardina bajo el chorro de agua hasta que se suavice, se limpia tomándola fuertemente de la cola y se raspa hacia la cabeza para quitarle las escamas; se quita la cabeza, se abre por la mitad y se extraen las vísceras, luego se lava procurando que no quede sangre.
Puntualizó que se agrega bastante sal y limón y se deja reposar durante cinco minutos; después, se toma el espinazo por la parte superior y se desprende hasta la cola, ya que las partes laterales tienen espinas que saltan al abrir la sardina y se puede quitar al ablandarse.
Agregó que para tener un mejor sabor, se puede quitar la piel sin que por ello pierda sus propiedades nutritivas: se frota la sardina con limón y se jala la piel con los dedos como si se pelara una fruta, entonces, la grasa del lomo sale con facilidad; inmediatamente después de estas operaciones es importante enjuagarla y secarla con un trapo limpio para evitar que la cueza el limón, concluyó.
Para la directora general del DIFEM, Laura Barrera Fortoul, el consumo de alimentos pesqueros de bajo costo y elevado contenido nutricional es una alternativa viable para mejorar la dieta familiar y niveles de salud; por ello, a través de la Dirección de Alimentación y Nutrición Familiar del organismo asistencial, se brinda la orientación que permita mayores herramientas para su propio bienestar.
En este sentido, Roberto Ambrocio Hernández, subdirector de Apoyo y Orientación Nutricional Comunitaria del DIFEM, explicó que la sardina es un pez de vientre azul plateado, que alcanza de 15 a 28 centímetros de longitud, constituyendo uno de los alimentos más nutritivos. Aseguró que enlatado, este producto conserva sus propiedades, su alto contenido de proteínas y minerales (calcio, fósforo y hierro), así como vitaminas (A, niacina, B1 y B2)
Si la presentación es congelada para su preparación se recomienda descongelar la sardina bajo el chorro de agua hasta que se suavice, se limpia tomándola fuertemente de la cola y se raspa hacia la cabeza para quitarle las escamas; se quita la cabeza, se abre por la mitad y se extraen las vísceras, luego se lava procurando que no quede sangre.
Puntualizó que se agrega bastante sal y limón y se deja reposar durante cinco minutos; después, se toma el espinazo por la parte superior y se desprende hasta la cola, ya que las partes laterales tienen espinas que saltan al abrir la sardina y se puede quitar al ablandarse.
Agregó que para tener un mejor sabor, se puede quitar la piel sin que por ello pierda sus propiedades nutritivas: se frota la sardina con limón y se jala la piel con los dedos como si se pelara una fruta, entonces, la grasa del lomo sale con facilidad; inmediatamente después de estas operaciones es importante enjuagarla y secarla con un trapo limpio para evitar que la cueza el limón, concluyó.
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