La tendencia gubernamental de comprar los medicamentos más baratos y que esto sea avalado por la ley, aseguró, ha derivado en que diversos padecimientos como cáncer o linfoma infantil, por ejemplo, provoquen poca eficacia en el tratamiento, recaídas, mayores hospitalizaciones e incluso la muerte.
México como miembro de Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) es el que menos invierte en Salud, es decir, tan sólo el 6 por ciento de su Producto Interno Bruto y por lo menos el 60 por ciento de dicho gasto proviene del bolsillo del ciudadano y el resto forma parte de la aportación que hace el gobierno federal.
Juan Garduño Espinosa, Jefe de Investigación del Hospital Infantil de México, explicó además que en México por ley se compran medicamentos que resultan más baratos pero que no necesariamente son igual de eficaces y lo único que causan, a la larga, son mayores gastos para las instituciones o a las familias, así como hospitalizaciones y muertes innecesarias.
Con excepción de nuestro país, los países que integran la OCDE, en promedio, invierten entre el 8 y 10 por ciento del PIB que aportan directamente los gobiernos como Canadá, Alemania, Japón y Nueva Zelanda.
Y en el caso de Estados Unidos, dijo, la inversión que hace únicamente el gobierno es del 15 al 16% del PIB.
“Es una vergüenza que en nuestro país se invierta tan poco en salud y que la mayor parte del gasto provenga del bolsillo del ciudadano, lo único que ha provocado es mayor pobreza, incremento de enfermedades transmisibles y prevenibles, un círculo vicioso”, subrayó el especialista.
Por lo mismo, en México, de acuerdo a estadísticas, se siguen muriendo 20 niños a los 7 días de nacidos por cada mil, en comparación a los miembros de la OCDE que es de 6 infantes en el mismo periodo por cada mil nacidos.
“En Islandia mueren 2.4 niños por cada mil nacimientos, pero por deformación o enfermedades congénitas que impiden su sobrevida, y en nuestro país fallecen por falta de recursos. Y en Cuba, que no forma parte de la OCDE mueren 6 por cada mil”.
La falta de presupuesto aprobado por el poder legislativo ha ocasionado que, por ejemplo, enfermedades como Gaucher (padecimiento hereditario caracteriza clínicamente por hepatoesplenomegalia, anemia, trombocitopenia y lesiones óseas) sean muy poco tratadas ya que representa un gasto anual por niño de 3 millones de pesos y esto es de por vida.
“Esta la tecnología medicina innovadora, pero no los recursos. En el IMSS se tratan alrededor de 100 infantes en esta situación, pero muchos mueren sin tener un diagnostico y para algunos funcionarios es preferible que esos 3 millones de pesos anuales se gasten mejor en tratar padecimientos de infecciones, diarreas, de miles de niños que atender a uno sólo”, acotó.
La tendencia gubernamental de comprar los medicamentos más baratos y que esto sea avalado por la ley, aseguró, ha derivado en que diversos padecimientos como cáncer o linfoma infantil, por ejemplo, provoquen poca eficacia en el tratamiento, recaídas, mayores hospitalizaciones e incluso la muerte.
Y de igual forma existen otras terapias que pueden salvar la vida de niños, como la surfactante exógeno, que permite a los recién nacidos o infante prematuros que nacen con inmadurez pulmonar poder respirar, evitar hemorragia pulmonares y bronconeumonías fatales.
“¿Vale la pena invertir en estos niños? Los legisladores responderían que depende del costo-beneficio que nos van a dar. Si seguimos guiándonos por los precios y lo barato, como dice el dicho, no más salir más caro.
“No se está evaluando la calidad de los fármacos sólo que cuesten menos, y como consecuencia las personas en lugar de mejorar tienden a empeoran, a hospitalizarse más, a sufrir más, a tener más intervenciones quirúrgicas y mayor número de consultas, más muertes”.
En el 2003, recordó, el gasto en salud de un mexicano valía 9 mil 567 dólares, cuando la media de los países de la OCDE es de 25 mil 103 dólares por habitantes y hay casos como Luxemburgo que en ese tiempo invertía 54 mil 017 dólares.
Actualmente, por ejemplo, la vida de un Inglés que fallece por un accidente significa para la familia una indemnización de 2.1 millones de euros (alrededor de 40 millones de pesos); de un francés es de 2 millones de euros (38 millones de pesos) y en México varía de los 200 mil a 400 mil pesos.
De igual manera refirió que en investigación científica en México se invierte 0.3% del PIB desde hace 20 años, y en otras naciones como Corea del Sur 3% del PIB, El promedio de las naciones de la OCDE oscila en 6% del PIB.
En cuanto al número de médicos, el promedio de los países de la OCDE es de 2.9 por cada mil habitantes, y en México es de 0.9 por cada mil habitantes. “Cuál es la consecuencia de carecer de personal médico es mayor sufrimiento, enfermedad y mortalidad”.
Respecto a las enfermeras, en nuestro país hay 2 por cada mil, en Islandia hay 12.8 por cada mil y el promedio de los países de la OCDE es de 8. “En el IMSS hay alrededor de 80 mil enfermeras, para cumplir con la meta tendríamos que tener 300 mil, lo cual suena bastante difícil”.
Cuando se habla de número de camas, Garduño Espinosa, explicó que en Japón hay 1 por cada habitante y en México es de 1 por cada 1000, el promedio de los integrantes de la OCDE es de 8.9 por cada mil.
Garduño Espinosa también refirió que México en comparación a la OCDE hace pocos estudios médicos: Resonancias magnéticas 0.2, cuando el promedio es de 7 y en Japón llega a 35; Tomografía Axial computarizada, nuestro país está en 1.5, Francia 9, EU 13, Japón 92 y la media oscila en 17.
En cuarto a equipos de radioterapias por millón de habitantes, en Islandia hay 13; Francia 8; la media de la OCDE 5 y en México 0.6.
Y en cuanto a estudios de “corto circuito coronarios”, las intervenciones en EU es de 161; el promedio de la OCDE es de 70 y en nuestro país es de 2.
Querétaro
México como miembro de Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) es el que menos invierte en Salud, es decir, tan sólo el 6 por ciento de su Producto Interno Bruto y por lo menos el 60 por ciento de dicho gasto proviene del bolsillo del ciudadano y el resto forma parte de la aportación que hace el gobierno federal.
Juan Garduño Espinosa, Jefe de Investigación del Hospital Infantil de México, explicó además que en México por ley se compran medicamentos que resultan más baratos pero que no necesariamente son igual de eficaces y lo único que causan, a la larga, son mayores gastos para las instituciones o a las familias, así como hospitalizaciones y muertes innecesarias.
Con excepción de nuestro país, los países que integran la OCDE, en promedio, invierten entre el 8 y 10 por ciento del PIB que aportan directamente los gobiernos como Canadá, Alemania, Japón y Nueva Zelanda.
Y en el caso de Estados Unidos, dijo, la inversión que hace únicamente el gobierno es del 15 al 16% del PIB.
“Es una vergüenza que en nuestro país se invierta tan poco en salud y que la mayor parte del gasto provenga del bolsillo del ciudadano, lo único que ha provocado es mayor pobreza, incremento de enfermedades transmisibles y prevenibles, un círculo vicioso”, subrayó el especialista.
Por lo mismo, en México, de acuerdo a estadísticas, se siguen muriendo 20 niños a los 7 días de nacidos por cada mil, en comparación a los miembros de la OCDE que es de 6 infantes en el mismo periodo por cada mil nacidos.
“En Islandia mueren 2.4 niños por cada mil nacimientos, pero por deformación o enfermedades congénitas que impiden su sobrevida, y en nuestro país fallecen por falta de recursos. Y en Cuba, que no forma parte de la OCDE mueren 6 por cada mil”.
La falta de presupuesto aprobado por el poder legislativo ha ocasionado que, por ejemplo, enfermedades como Gaucher (padecimiento hereditario caracteriza clínicamente por hepatoesplenomegalia, anemia, trombocitopenia y lesiones óseas) sean muy poco tratadas ya que representa un gasto anual por niño de 3 millones de pesos y esto es de por vida.
“Esta la tecnología medicina innovadora, pero no los recursos. En el IMSS se tratan alrededor de 100 infantes en esta situación, pero muchos mueren sin tener un diagnostico y para algunos funcionarios es preferible que esos 3 millones de pesos anuales se gasten mejor en tratar padecimientos de infecciones, diarreas, de miles de niños que atender a uno sólo”, acotó.
La tendencia gubernamental de comprar los medicamentos más baratos y que esto sea avalado por la ley, aseguró, ha derivado en que diversos padecimientos como cáncer o linfoma infantil, por ejemplo, provoquen poca eficacia en el tratamiento, recaídas, mayores hospitalizaciones e incluso la muerte.
Y de igual forma existen otras terapias que pueden salvar la vida de niños, como la surfactante exógeno, que permite a los recién nacidos o infante prematuros que nacen con inmadurez pulmonar poder respirar, evitar hemorragia pulmonares y bronconeumonías fatales.
“¿Vale la pena invertir en estos niños? Los legisladores responderían que depende del costo-beneficio que nos van a dar. Si seguimos guiándonos por los precios y lo barato, como dice el dicho, no más salir más caro.
“No se está evaluando la calidad de los fármacos sólo que cuesten menos, y como consecuencia las personas en lugar de mejorar tienden a empeoran, a hospitalizarse más, a sufrir más, a tener más intervenciones quirúrgicas y mayor número de consultas, más muertes”.
En el 2003, recordó, el gasto en salud de un mexicano valía 9 mil 567 dólares, cuando la media de los países de la OCDE es de 25 mil 103 dólares por habitantes y hay casos como Luxemburgo que en ese tiempo invertía 54 mil 017 dólares.
Actualmente, por ejemplo, la vida de un Inglés que fallece por un accidente significa para la familia una indemnización de 2.1 millones de euros (alrededor de 40 millones de pesos); de un francés es de 2 millones de euros (38 millones de pesos) y en México varía de los 200 mil a 400 mil pesos.
De igual manera refirió que en investigación científica en México se invierte 0.3% del PIB desde hace 20 años, y en otras naciones como Corea del Sur 3% del PIB, El promedio de las naciones de la OCDE oscila en 6% del PIB.
En cuanto al número de médicos, el promedio de los países de la OCDE es de 2.9 por cada mil habitantes, y en México es de 0.9 por cada mil habitantes. “Cuál es la consecuencia de carecer de personal médico es mayor sufrimiento, enfermedad y mortalidad”.
Respecto a las enfermeras, en nuestro país hay 2 por cada mil, en Islandia hay 12.8 por cada mil y el promedio de los países de la OCDE es de 8. “En el IMSS hay alrededor de 80 mil enfermeras, para cumplir con la meta tendríamos que tener 300 mil, lo cual suena bastante difícil”.
Cuando se habla de número de camas, Garduño Espinosa, explicó que en Japón hay 1 por cada habitante y en México es de 1 por cada 1000, el promedio de los integrantes de la OCDE es de 8.9 por cada mil.
Garduño Espinosa también refirió que México en comparación a la OCDE hace pocos estudios médicos: Resonancias magnéticas 0.2, cuando el promedio es de 7 y en Japón llega a 35; Tomografía Axial computarizada, nuestro país está en 1.5, Francia 9, EU 13, Japón 92 y la media oscila en 17.
En cuarto a equipos de radioterapias por millón de habitantes, en Islandia hay 13; Francia 8; la media de la OCDE 5 y en México 0.6.
Y en cuanto a estudios de “corto circuito coronarios”, las intervenciones en EU es de 161; el promedio de la OCDE es de 70 y en nuestro país es de 2.
Querétaro
No hay comentarios:
Publicar un comentario