Evitarían daños hasta edades avanzadas en las regiones cerebrales responsables del movimiento, los recuerdos y la resolución de tareas complicadas, informa la revista estadunidense Science en su edición de mañana viernes.
Es conocido que una alimentación sana y variada prolonga la vida y evita la aparición de enfermedades como ciertos tipos de cáncer, diabetes tipo 2 y problemas cardíacos.
Ahora, científicos de la Universidad de Wisconsin, en Madison, afirman que los alimentos pobres en calorías también ayudan a mantener la salud mental, al evitar daños hasta edades avanzadas en las regiones cerebrales responsables del movimiento, los recuerdos y la resolución de tareas complicadas.
A esta conclusión llegaron los especialistas tras un estudio de 20 años con 76 monos rhesus en el Centro de Investigaciones de Primates de la Universidad de Wisconsin.
Los datos obtenidos sobre los efectos de una reducción de las calorías consumidas, que está lejos de ser malnutrición, son publicados en la revista estadunidense Science (volumen 325, página 201), en su edición de mañana viernes.
"Descubrimos que ahorrar calorías reduce a un tercio el riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con la edad y alarga la vida", dijo el principal autor del estudio, Richard Weinbruch, de la Facultad de Medicina de la universidad.
Los monos rhesus que recibían una alimentación con alrededor de un 30 por ciento menos de calorías presentaban en comparación con otros animales, a los que no se les había restringido las caloría, menos de la mitad de tumores o enfermedades del sistema circulatorio.
Asimismo, entre los monos a los que se le redujo las calorías consumidas, no hubo ningún caso de diabetes, frecuente en esta especie de primates. "Hasta ahora, vemos una prevención total de la diabetes", se alegró Weinbruch.
El neurólogo estadunidense Sterling Johnson, quien también participó en la investigación, señaló que una alimentación pobre en calorías protege a algunas, pero no todas las regiones del cerebro de la pérdida de neuronas, un proceso normal en edades avanzadas.
Finalizado el estudio, vivían el 80 por ciento de los monos que tuvieron una reducción de calorías, pero sólo un 50 por ciento de los animales que se alimentaron sin restricciones.
Investigaciones anteriores, entre otros con roedores, habían demostrado que reducir levemente las calorías de los alimentos no es malo para el organismo. Hasta ahora se desconocía su efecto sobre el cerebro, indicaron los expertos.Washington/Nueva York, EU/DPA (La Jornada)
jueves, 9 de julio de 2009
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