Contempla un seguro universal obligatorio para personas y negocios en EU
La presidenta de la Cámara de Representantes develó hoy su propia versión de reforma de salud por 894 mil millones de dólares, que incluye una opción pública que permite a los médicos negociar las tarifas de pago.
La iniciativa, que reduciría el déficit federal en unos 30 mil millones de dólares en diez años, contempla el seguro universal obligatorio, tanto para las personas como para los negocios, así como un impuesto especial a los estadunidense más ricos.
"Cubrirá al 96 por ciento de los estadunidense y pondrá la cobertura de salud al alcance de familias con seguro y sin seguro, bajando los costos de salud para todos nosotros", señaló Pelosi, rodeada de legisladores demócratas, durante el anuncio en el Capitolio.
El plan de Pelosi incluye un impuesto para los estadunidenses con ingresos superiores a los 500 mil dólares anuales y a las parejas casadas con remuneraciones de más de un millone de dólares al año.
Pero a diferencia del enfoque original de la Cámara de Representantes, bajo el cual los médicos tenían que aceptar las tarifas de pago establecidas por el programa Medicare, la nueva iniciativa les permite negociar sus propias tarifas.
La iniciativa de Pelosi difiere de la propuesta presentada por el líder de la mayoría demócrata en el Senado Harry Reid.
Reid propuso asimismo una opción pública, pero su iniciativa permitiría a cada uno de los 50 estados del país decidir si incluyen la opción pública en sus planes de seguro de salud.
La versión de la Cámara de Representantes no ofrece la salida voluntaria. La decisión de Reid de incluir la opción pública provocó esta semana una amenaza de bloqueo del senador independiente Joe Lieberman.
Los partidarios de la opción pública requieren 60 votos en el Senado para llevarla a voto final. Si Lieberman se opone, Reid tendrá problemas para llegar a ese número, toda vez que la opción pública es opuesta por los Republicanos.
La llamada opción pública, que es apoyada por la Casa Blanca, se ha convertido en el punto más contencioso de la reforma de salud, toda vez que es considerada esencial por los demócratas más liberales, pero opuesta por demócratas moderados y por republicanos.
Una alternativa intermedia apoyada por algunos Republicanos contempla la inclusión de un "gatillo" dentro de la ley, que activaría la opción pública en caso que después de un periodo inicial no se logre abaratar el costo de los seguros de salud.
Los republicanos se oponen a la opción pública bajo el argumento de que resultará en un sistema médico manejado por el gobierno a nivel nacional, en detrimento del sector privado.
El gobierno federal estadunidense ofrece ya planes públicos de salud para ancianos y ciudadanos de bajos ingresos, conocidos como Medicare y Medicaid, así como cobertura para los veteranos de guerra.
Pelosi planea someter a votación su versión de reforma de salud la semana próxima, antes del receso del Día de Veteranos que inicia el 11 de noviembre. Washington, EU
La iniciativa, que reduciría el déficit federal en unos 30 mil millones de dólares en diez años, contempla el seguro universal obligatorio, tanto para las personas como para los negocios, así como un impuesto especial a los estadunidense más ricos.
"Cubrirá al 96 por ciento de los estadunidense y pondrá la cobertura de salud al alcance de familias con seguro y sin seguro, bajando los costos de salud para todos nosotros", señaló Pelosi, rodeada de legisladores demócratas, durante el anuncio en el Capitolio.
El plan de Pelosi incluye un impuesto para los estadunidenses con ingresos superiores a los 500 mil dólares anuales y a las parejas casadas con remuneraciones de más de un millone de dólares al año.
Pero a diferencia del enfoque original de la Cámara de Representantes, bajo el cual los médicos tenían que aceptar las tarifas de pago establecidas por el programa Medicare, la nueva iniciativa les permite negociar sus propias tarifas.
La iniciativa de Pelosi difiere de la propuesta presentada por el líder de la mayoría demócrata en el Senado Harry Reid.
Reid propuso asimismo una opción pública, pero su iniciativa permitiría a cada uno de los 50 estados del país decidir si incluyen la opción pública en sus planes de seguro de salud.
La versión de la Cámara de Representantes no ofrece la salida voluntaria. La decisión de Reid de incluir la opción pública provocó esta semana una amenaza de bloqueo del senador independiente Joe Lieberman.
Los partidarios de la opción pública requieren 60 votos en el Senado para llevarla a voto final. Si Lieberman se opone, Reid tendrá problemas para llegar a ese número, toda vez que la opción pública es opuesta por los Republicanos.
La llamada opción pública, que es apoyada por la Casa Blanca, se ha convertido en el punto más contencioso de la reforma de salud, toda vez que es considerada esencial por los demócratas más liberales, pero opuesta por demócratas moderados y por republicanos.
Una alternativa intermedia apoyada por algunos Republicanos contempla la inclusión de un "gatillo" dentro de la ley, que activaría la opción pública en caso que después de un periodo inicial no se logre abaratar el costo de los seguros de salud.
Los republicanos se oponen a la opción pública bajo el argumento de que resultará en un sistema médico manejado por el gobierno a nivel nacional, en detrimento del sector privado.
El gobierno federal estadunidense ofrece ya planes públicos de salud para ancianos y ciudadanos de bajos ingresos, conocidos como Medicare y Medicaid, así como cobertura para los veteranos de guerra.
Pelosi planea someter a votación su versión de reforma de salud la semana próxima, antes del receso del Día de Veteranos que inicia el 11 de noviembre. Washington, EU
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