Brote de piojos en escuelas públicas y privadas

Por:Ramón Cordero Carbajal

Un problema muy frecuente del que nadie desea hablar es la pediculosis, o dicho de otra forma, la presencia de piojos en el cabello o cuerpo de los humanos.

Antecedentes de los piojos: las liendres (huevos de los piojos) más antiguas que se han encontrado datan del año 6 mil 900 antes de Cristo.

Existen alrededor de 60 clases distintas de piojos, cada mamífero tiene el suyo. El ser humano es el único que tiene 3 tipos distintos de piojos: el de cabeza, del cuerpo y el de pubis.

• Pedìculus humanusvar. Capitis o piojo de la cabeza
• Pedìculus Humanus Var. Corporis o piojos del cuerpo de las ropas
• Phithirus pubis o piojo de la región pùbica

El piojo macho muere después de realizar el acto cupular, los piojos del cuerpo y la cabeza tienen un aspecto similar y miden de 3 a 4 milímetros de largo, este perjudicial animal se reproduce a los 16 días de nacido.

La hembra tiene en promedio 5 liendres (huevecillos) por día, durante 2 o 4 semanas.

Hagamos cuentas:

Unos 5 piojos hembra, cantidad común en una ingestación, ponen en promedio 5 huevecillos diariamente por 2 semanas es igual a 350 piojos, sin contar que entre 210 serán hembras y continuarán la ingestación, estos pequeños animales con 6 patas tienen un promedio de vida de entre 33 a 35 días.

Estos “toritos”, como le llamaban antiguamente en provincia carecen de alas, por lo tanto no vuelan y tampoco saltan como cree la mayoría de la gente. Tienen 6 patas y por detrás de las antenas poseen ojos en forma de un par de corneas transparentes y salientes.

Esta infestación se relaciona erróneamente con la higiene personal, se soluciona con el uso de Herklin, un champú que contiene una sustancia que mata al piojo y a la liendre, y que en conjunto con el peine quitapiojos constituye un tratamiento completo para la eliminación de esta enfermedad.

La pediculosis (infestación por piojos) se transmite de manera muy sencilla por el contacto de cabeza con cabeza, y sobre todo en niños y niñas, pues suelen compartir gorras, cepillos, y mantener un estrecho contacto físico con los amigos; el síntoma más común de la pediculosis es la comezón. Los niños se rascan la cabeza constantemente, en especial, detrás de las orejas o en la nuca. Lo anterior se dio a conocer en conferencia de prensa presidida por el Dr. Rodrigo Gutiérrez y dermatólogo miembro de la American Academy of Dermatology .

Este tipo de infestación no es una situación regional, en las últimas semanas se han detectado brotes en escuelas primarias y secundarias de diferentes ciudades de nuestro país. Y cuando se presenta 7 de cada 10 mamás no saben qué hacer y por lo general se sienten desorientadas y frustradas. Paradójicamente, es un padecimiento que se asocia con mala higiene pero al contrario de esto, los piojos en realidad prefieren vivir en cabezas limpias.

Los piojos son insectos muy pequeños que viven en el cuero cabelludo de los seres humanos, se alimentan de sangre y no pueden volar o saltar, sólo se arrastran. Los huevecillos de los piojos (liendres) son más pequeños aún y es más complicado detectarlos debido a que se llegan a confundir con el cuero cabelludo, se alojan normalmente muy cerca de la raíz y están adheridos al cabello. Para dar la solución a este problema hay que seguir el ABC de la pediculosis: una sencilla aplicación de Herklin Shampoo, después peinar minuciosamente el cabello con el peine especial quitapiojos.

Cabe destacar que al mismo tiempo que el niño es tratado es necesario que todas las personas con las que convive (principalmente se contagia en la escuela, ya sea publica o privada) o cohabita en la misma casa se atiendan de inmediato con algún otro medicamento.

La pediculosis se presenta a nivel mundial y afecta a todos los niveles sociales, siendo más frecuentes en niños que en adultos y más en mujeres que en hombres; por ello si usted siente pasos en la azotea, a lo mejor padece de pediculosis, o mejor dicho ya está infestado de piojos, cúrese a la brevedad posible para no sentir pasos en la “azotea”.

Hay que subrayar que este animal ataca más a la población pobre, donde no existen condiciones higiénicas.

Cuando no existía champús para atacar a este animal como en la actualidad se combatían con aplicaciones de aceites como el rosado o a través de peinados consistentes con peines exclusivos que les llamaban peines piojeros.

Por ello, si usted siente pasos en la “azotea”, preocupese en revisarse de inmediato la cabeza, porque podría estar infestado de estos “toritos” que causan mucha comezón.