Destacan que es la enfermedad, después de la neumonia que más muertes causa en el mundo
El Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzaron hoy una nueva estrategia para prevenir y tratar la diarrea, la segunda causa de mortalidad infantil, y que puede prevenir millones de decesos. Las dos agencias especializadas de la ONU subrayaron la necesidad de realizar campañas globales para luchar contra esa enfermedad, que cada año causa la muerte de 1,5 millones de niños menores de cinco años del mundo en desarrollo. "Hay tratamientos baratos y eficaces contra la diarrea, pero en los países en desarrollo solo el 39% de los niños reciben el adecuado", indicó la directora ejecutiva de Unicef, Ann Veneman. La diarrea es, después de la neumonia, la enfermedad que más muertes causa en el mundo, entre los menores de cinco años. Explicó que la estrategia, contenida en el informe "Diarrea: Por qué todavía mueren niños y lo que se puede hacer", se focaliza en planes de tratamiento para reducir la mortalidad infantil y prevenir el problema, como luchar contra la deshidratación, medicación con zinc, vacunas contra el sarampión y los rotavirus o la mejora de la cantidad y la calidad del agua. También contempla alentar a las madres a que amamanten a sus hijos y que tomen suplementos de vitamina A, así como a mejorar la higiene lavándose las manos con jabón y la mejora de la sanidad comunal. La directora de salud infantil de la OMS, Elizabeth Mason, explicó que dos avances recientes en materia de gestión de las enfermedades diarreicas, como las nuevas sales de rehidratación oral con concentraciones más bajas de glucosa y sales y el suministro de suplementos de zin, además de las vacunas contra el rotavirus, "son tratamientos muy efectivos que pueden reducir de manera drástica el número de muertes de niños y niñas". Señaló que por los rotavirus, que causan las enteritis infantiles o inflación del intestino delgado, se producen un tercio de los casos de diarrea, por lo que insistió a los Gobiernos de todo el mundo para que sigan la recomendación de la OMS e introduzcan esas vacunas en su población infantil. Según datos de la Organización Panamericana de Salud (OPS), en 2005-06 los casos de infección por rotavirus en América Latina produjeron seis mil 500 muertes, 203 mil hospitalizaciones y costes médicos directos de 77 millones de dólares, además de más de 2.7 millones de visitas médicas. En esa región ya han introducido vacunas contra el rotavirus en Nicaragua, Panamá, El Salvador, México, Venezuela y Brasil. Las agencias especializadas de la ONU realizaron con éxito campañas globales durante las décadas de los setenta y ochenta del pasado siglo para luchar contra ese problema, mediante la utilización de soluciones orales de rehidratación y mejorando la educación de los cuidadores de los niños. Esas medidas salvaron cada año la vida de más de un millón de niños durante la década de los noventa, según datos de UNICEF. No obstante, han visto como las emergencias globales de salud que se han producido desde entonces han ido desviando la atención de la comunidad internacional hasta el punto de que en la actualidad se hace urgente centrarse una vez más en el tratamiento y prevención de la diarrea. Entre los tratamientos recomendados por Unicef y la OMS está la ingesta de pastillas de zinc, que reducen la duración y la intensidad de los ataques de diarrea, y que además son simples y baratas. "El acceso a agua limpia y a buenas prácticas de higiene son muy efectivos para prevenir la diarrea infantil", dijo Veneman, que señaló que simplemente el lavarse las manos con jabón reduce la incidencia de la enfermedad más del 40%. Unicef y la OMS señalaron que pese a conocerse los beneficios que la mejora de la calidad del agua y de la sanidad tienen respecto a esa dolencia, "el 88% de los casos de diarrea en el mundo se atribuyen a utilizar agua no apta para el consumo, servicios sanitarios inadecuados y una higiene pobre". Según datos de la ONU, en 2006 se estimaba que en el mundo unos dos mil 500 millones de personas no disponían de instalaciones sanitarias apropiadas y que una de cada cuatro personas en el mundo en desarrollo no tenía acceso a letrinas. Veneman especificó que en el caso de India, por ejemplo, "el 58% de las defecaciones se producen al aire libre, lo que aumenta el riesgo de contraer numerosas enfermedades". Naciones Unidas
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