El estudio puede aumentar la calidad y la esperanza de vida en mujeres con riesgo de padecer esa enfermedad
Una revisión anual para prevenir el cáncer de mama que incluya las pruebas de mamografía y resonancia magnética (IRM) puede aumentar la calidad y la esperanza de vida en mujeres con riesgo de padecer esa enfermedad, según un estudio publicado en la revista Radiology.
"Emplear tanto IRM como mamografía para la exploración de los senos podrá reducir la probabilidad de que las mujeres con alto riesgo de desarrollar cáncer de mama fallezcan por esa enfermedad y contribuir a que tengan una vida más sana y duradera", explicó la autora del estudio, Janie M. Lee, del Hospital General de Massachusetts, en Boston.
Las mujeres con mutaciones en los genes BRCA1, un trastorno hereditario, tienen un 80 por ciento más de probabilidades de desarrollar un cáncer de mama en algún momento de su vida.
Las mamografías, la prueba médica más común en la actualidad para la exploración del pecho femenino, detecta menos de la mitad de los cánceres de mama sufridos por estas pacientes potenciales, pues en muchos casos su juventud y la densidad de sus senos dificultan el diagnóstico.
Durante la investigación, Lee y su equipo de radiólogos compararon los costes y los beneficios de las imágenes obtenidas a partir de una mamografía, de una resonancia magnética y de la combinación de ambas.
Para ello, se tomó como referencia un grupo hipotético de mujeres con 25 años y mutación en el gen BRCA1, cuya esperanza de vida y la calidad de la misma fueron calculadas en función del tipo de pruebas médicas al que habían sido sometidas para la detección del cáncer de mama.
Los resultados revelaron que las mujeres sometidas tanto a una mamografía como a una resonancia magnética anual ganaron una esperanza de vida con calidad de 49,62 años, cinco años más que aquellas a las que sólo se les hicieron mamografías.
En cuanto al coste conjunto de ambas pruebas, el monto ascendía a 110,973 dólares, frente a los 100,336 que costaba únicamente la prueba de la mamografía.
La IRM de mamas es un complemento útil a la mamografía para la exploración del pecho de mujeres con alto riesgo de padecer ese cáncer, pero entre sus desventajas se sitúan un coste más alto que el de la mamografía y la elevada incidencia de resultados positivos falsos.
Una revisión anual para prevenir el cáncer de mama que incluya las pruebas de mamografía y resonancia magnética (IRM) puede aumentar la calidad y la esperanza de vida en mujeres con riesgo de padecer esa enfermedad, según un estudio publicado en la revista Radiology.
"Emplear tanto IRM como mamografía para la exploración de los senos podrá reducir la probabilidad de que las mujeres con alto riesgo de desarrollar cáncer de mama fallezcan por esa enfermedad y contribuir a que tengan una vida más sana y duradera", explicó la autora del estudio, Janie M. Lee, del Hospital General de Massachusetts, en Boston.
Las mujeres con mutaciones en los genes BRCA1, un trastorno hereditario, tienen un 80 por ciento más de probabilidades de desarrollar un cáncer de mama en algún momento de su vida.
Las mamografías, la prueba médica más común en la actualidad para la exploración del pecho femenino, detecta menos de la mitad de los cánceres de mama sufridos por estas pacientes potenciales, pues en muchos casos su juventud y la densidad de sus senos dificultan el diagnóstico.
Durante la investigación, Lee y su equipo de radiólogos compararon los costes y los beneficios de las imágenes obtenidas a partir de una mamografía, de una resonancia magnética y de la combinación de ambas.
Para ello, se tomó como referencia un grupo hipotético de mujeres con 25 años y mutación en el gen BRCA1, cuya esperanza de vida y la calidad de la misma fueron calculadas en función del tipo de pruebas médicas al que habían sido sometidas para la detección del cáncer de mama.
Los resultados revelaron que las mujeres sometidas tanto a una mamografía como a una resonancia magnética anual ganaron una esperanza de vida con calidad de 49,62 años, cinco años más que aquellas a las que sólo se les hicieron mamografías.
En cuanto al coste conjunto de ambas pruebas, el monto ascendía a 110,973 dólares, frente a los 100,336 que costaba únicamente la prueba de la mamografía.
La IRM de mamas es un complemento útil a la mamografía para la exploración del pecho de mujeres con alto riesgo de padecer ese cáncer, pero entre sus desventajas se sitúan un coste más alto que el de la mamografía y la elevada incidencia de resultados positivos falsos.
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