Año 2, semana 62, del 27 de febrero al 5 de marzo de 2010 Edicion 69
www.elpuntocritico.com
(Pagina 10)
Tratamientos neonatales sirven para prevenir trastornos emocionales e incluso mentalesYamel Viloria Tavera
El Instituto Nacional de Perinatología, “Isidro Espinosa de los Reyes”, cuenta actualmente con diversos estudios e investigaciones, que permiten evaluar y prevenir estados emocionales adversos en el bebé, como es la depresión, e incluso ayudan a advertir con anticipación trastornos como la parálisis cerebral.Al respecto, el doctor Juan Hernández Aguilar, adscrito al Servicio de Neurología del Hospital Infantil de México “Federico Gómez”, explicó que una de las principales causas de la parálisis cerebral es el retardo del nacimiento debido a la hipertensión arterial en la madre, sangrado de la placenta o que el producto se enrede en el cordón umbilical, los cuales resultan eventos inesperados.Es por ello, puntualizó, la recomendación es acudir a un centro hospitalario que cuente con un equipo de gineco-obstetricia conformado por un pediatra y un neonatólogo capacitado en reanimación pulmonar, para ayudar al bebé y así disminuir el daño neuronal.Otro punto sumamente importante, agregó, es que la madre lleve un buen control prenatal, asistir mensualmente al médico para su evaluación, además de la realización de ultrasonidos para detectar cualquier malformación, que la placenta esté en su lugar y el cordón umbilical no esté enredado, aunado a ello, que el parto se lleve a cabo en una unidad médica con la infraestructura adecuada.Insistió en que la valoración prenatal dará la pauta para determinar las condiciones más favorables al momento del nacimiento: “Si se detecta que la madre es hipertensa, el bebé es demasiado grande para que nazca vía vaginal, trae el condón enredado o viene en mala posición, lo mejor es practicar una cesárea para disminuir el riesgo de complicaciones”, insistió.Hernández Aguilar comentó que se estima que de los dos millones y medio de nacimientos anuales registrados en México, entre 5 y 10 por ciento presenta parálisis cerebral, sobre todo a consecuencia de complicaciones durante el periodo perinatal, ya sea tiempo antes, durante o inmediatamente después del nacimiento.Explicó que la parálisis cerebral es una alteración en el cerebro y se manifiesta por movilidad inadecuada, cambios en las posturas y disminución de la fuerza del músculo, y se debe a falta de irrigación sanguínea al cerebro en el momento del nacimiento, por ello tienen dificultad para moverse, sin embargo, no necesariamente se afectan sus funciones mentales.Reiteró que los principales problemas en el momento del parto son el aumento de la presión arterial en la madre, lo que produce alteraciones sanguíneas en la placenta limitando el paso de sangre al producto y por consiguiente falta de oxígeno que provoca la muerte de las neuronas.Agregó que otro factor de riesgo son malformaciones cerebrales, infecciones como el toxoplasma -transmitida por los gatos- o enfermedades infecto-contagiosas como la rubéola.La recuperación de estos pacientes, agregó, dependerá del daño cerebral, el cual se identifica después de los tres meses de vida, y es ahí donde la rehabilitación temprana juega un papel muy importante, pues mientras más rápida sea mejores resultados se obtendrán.
(Pagina 10)
Tratamientos neonatales sirven para prevenir trastornos emocionales e incluso mentalesYamel Viloria Tavera
El Instituto Nacional de Perinatología, “Isidro Espinosa de los Reyes”, cuenta actualmente con diversos estudios e investigaciones, que permiten evaluar y prevenir estados emocionales adversos en el bebé, como es la depresión, e incluso ayudan a advertir con anticipación trastornos como la parálisis cerebral.Al respecto, el doctor Juan Hernández Aguilar, adscrito al Servicio de Neurología del Hospital Infantil de México “Federico Gómez”, explicó que una de las principales causas de la parálisis cerebral es el retardo del nacimiento debido a la hipertensión arterial en la madre, sangrado de la placenta o que el producto se enrede en el cordón umbilical, los cuales resultan eventos inesperados.Es por ello, puntualizó, la recomendación es acudir a un centro hospitalario que cuente con un equipo de gineco-obstetricia conformado por un pediatra y un neonatólogo capacitado en reanimación pulmonar, para ayudar al bebé y así disminuir el daño neuronal.Otro punto sumamente importante, agregó, es que la madre lleve un buen control prenatal, asistir mensualmente al médico para su evaluación, además de la realización de ultrasonidos para detectar cualquier malformación, que la placenta esté en su lugar y el cordón umbilical no esté enredado, aunado a ello, que el parto se lleve a cabo en una unidad médica con la infraestructura adecuada.Insistió en que la valoración prenatal dará la pauta para determinar las condiciones más favorables al momento del nacimiento: “Si se detecta que la madre es hipertensa, el bebé es demasiado grande para que nazca vía vaginal, trae el condón enredado o viene en mala posición, lo mejor es practicar una cesárea para disminuir el riesgo de complicaciones”, insistió.Hernández Aguilar comentó que se estima que de los dos millones y medio de nacimientos anuales registrados en México, entre 5 y 10 por ciento presenta parálisis cerebral, sobre todo a consecuencia de complicaciones durante el periodo perinatal, ya sea tiempo antes, durante o inmediatamente después del nacimiento.Explicó que la parálisis cerebral es una alteración en el cerebro y se manifiesta por movilidad inadecuada, cambios en las posturas y disminución de la fuerza del músculo, y se debe a falta de irrigación sanguínea al cerebro en el momento del nacimiento, por ello tienen dificultad para moverse, sin embargo, no necesariamente se afectan sus funciones mentales.Reiteró que los principales problemas en el momento del parto son el aumento de la presión arterial en la madre, lo que produce alteraciones sanguíneas en la placenta limitando el paso de sangre al producto y por consiguiente falta de oxígeno que provoca la muerte de las neuronas.Agregó que otro factor de riesgo son malformaciones cerebrales, infecciones como el toxoplasma -transmitida por los gatos- o enfermedades infecto-contagiosas como la rubéola.La recuperación de estos pacientes, agregó, dependerá del daño cerebral, el cual se identifica después de los tres meses de vida, y es ahí donde la rehabilitación temprana juega un papel muy importante, pues mientras más rápida sea mejores resultados se obtendrán.