En México prevén dicha cifra para 2017
Es un problema de sanidad pública que afecta a 23.6% de la población, destacan expertos
En México, en 2017 se tendrán que gastar 150 mil 800 millones de pesos para atender a la población enferma a causa de la obesidad, alertó María Consuelo Velázquez Alva, profesora del Departamento de Atención a la Salud de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Según un comunicado, la investigadora dijo que la obesidad y el sobrepeso de los mexicanos se han convertido en un asunto de sanidad pública que afecta a 23.6 por ciento de la población; la situación coloca al país en el segundo lugar con los habitantes más obesos del mundo, sólo superado por Estados Unidos.
Este fenómeno es alarmante porque para combatir los padecimientos relacionados con ese padecimiento en 2000 las instituciones de salud pública destinaron 26 mil millones de pesos y para 2008 la cifra alcanzó 40 mil millones de pesos, detalló.
La profesora destacó que 70 por ciento de la población adulta en el país tiene sobrepeso y que hay cuatro millones de niños de cinco a 11 años de edad que presentan exceso de peso.
La obesidad también afecta psicológicamente a quien la padece, abundó, pues en las investigaciones hechas los jóvenes corpulentos han manifestado emociones como: "me odio, no me gusta verme en el espejo", "nadie fue a mi fiesta", "soy gordo, lento y estúpido", "tener novio es difícil por mi gordura", "mi peso me da verguenza".
Expresiones de este tipo, prosiguió, son el reflejo de un problema psicológico que supera el tema estrictamente nutricional, por ello los especialistas deben atender a la sociedad.
"Es claro que las personas se sienten excluidas, relegadas y con estados depresivos, de ansiedad y baja autoestima en razón de su aspecto físico".
Existe un conjunto de individuos que puede catalogarse como comedores emocionales, que han desarrollado actitudes adictivas a la comida.
Por ello la conveniencia de aplicar mecanismos para neutralizar esta adicción como repetir las frases: "sólo por hoy voy a comer una alimentación saludable" o "sólo por hoy no tomaré refrescos", ejemplificó.
Para revertir este fenómeno, detalló, deben intervenir el gobierno, la familia, la industria de los alimentos y las instituciones educativas en el sentido que lo plantea el Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria, Estrategia contra el Sobrepeso y la Obesidad dado a conocer por el gobierno federal en enero pasado.
México, D.F.
Es un problema de sanidad pública que afecta a 23.6% de la población, destacan expertos
En México, en 2017 se tendrán que gastar 150 mil 800 millones de pesos para atender a la población enferma a causa de la obesidad, alertó María Consuelo Velázquez Alva, profesora del Departamento de Atención a la Salud de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Según un comunicado, la investigadora dijo que la obesidad y el sobrepeso de los mexicanos se han convertido en un asunto de sanidad pública que afecta a 23.6 por ciento de la población; la situación coloca al país en el segundo lugar con los habitantes más obesos del mundo, sólo superado por Estados Unidos.
Este fenómeno es alarmante porque para combatir los padecimientos relacionados con ese padecimiento en 2000 las instituciones de salud pública destinaron 26 mil millones de pesos y para 2008 la cifra alcanzó 40 mil millones de pesos, detalló.
La profesora destacó que 70 por ciento de la población adulta en el país tiene sobrepeso y que hay cuatro millones de niños de cinco a 11 años de edad que presentan exceso de peso.
La obesidad también afecta psicológicamente a quien la padece, abundó, pues en las investigaciones hechas los jóvenes corpulentos han manifestado emociones como: "me odio, no me gusta verme en el espejo", "nadie fue a mi fiesta", "soy gordo, lento y estúpido", "tener novio es difícil por mi gordura", "mi peso me da verguenza".
Expresiones de este tipo, prosiguió, son el reflejo de un problema psicológico que supera el tema estrictamente nutricional, por ello los especialistas deben atender a la sociedad.
"Es claro que las personas se sienten excluidas, relegadas y con estados depresivos, de ansiedad y baja autoestima en razón de su aspecto físico".
Existe un conjunto de individuos que puede catalogarse como comedores emocionales, que han desarrollado actitudes adictivas a la comida.
Por ello la conveniencia de aplicar mecanismos para neutralizar esta adicción como repetir las frases: "sólo por hoy voy a comer una alimentación saludable" o "sólo por hoy no tomaré refrescos", ejemplificó.
Para revertir este fenómeno, detalló, deben intervenir el gobierno, la familia, la industria de los alimentos y las instituciones educativas en el sentido que lo plantea el Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria, Estrategia contra el Sobrepeso y la Obesidad dado a conocer por el gobierno federal en enero pasado.
México, D.F.
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